domingo, 16 de diciembre de 2012

Periodismo natural: La flauta del alborotador





Era el Mississippi del año ¿setenta y nueve?, ya ni me acuerdo, pero habían sido unas vacaciones magníficas. Estér estaba más guapa que nunca, y su piel morena se dejaba querer por los rayos de aquel sol, dulce y tierno. Ya de vuelta en Madrid no dudé en visitar la redacción; "campanote" decía José al entrar, así llamaba a aquel reducto de reivindicación, cultura y humo, mucho humo. Era un tío sereno y humilde, y es que sus años de estudiante en Santiago de Compostela no habían pasado de balde.


 -¿ Lo vas a publicar ?
 - Rotundamente, sí
 - Pués estamos contigo, aunque, mira, sinceramente aquí dentro nadie va a dar la vida por ti chaval, es más habrá alguno que no daría ni un ápice de su pellejo por salvarte el culo.

Era aplacable en sus comentarios, la sinceridad siempre me ha calmado, ay, este Pepiño. Bueno, el caso es que sí, había de dar a luz aquello que había escrito, eran mis pensamientos más profundos deglutidos, metabolizados y escritos en una agenda DIN A5 en la carretera que va de Indianola a Itta Bena, no tenía nada que ver, o sí, pero la música era la de siempre, la de los Reyes, mis Reyes del viejo sur. Esas guitarras lloran, sollozan por un cambio y no hay a quien no puedan sacar una sonrisa, y claro Estér no era menos, su sonrisa sí que era preciosa. Ella estaba contenta en Estados Unidos, pero quería tenerme allí… no sé, no me hubiese visto envejecer como a un americano medio, quién me lo iba a decir, pero en ese momento mi presente estaba en España, en la convulsión de aquella sociedad que tenía que dar un paso y balbuceaba y ora sí, ora "pa´ luego" y donde no te podías fiar ni de tu propia sombra. Había mucha gente llenadose los bolsillos a costa del timo de la estampita a los demás y un ángel o demonio dentro de mí me decía que la justicia se toma de entrante, no de postre. No esperaba que José, ni mi jefe, ni los demás a quienes había servido algo más que cafés me iban a traicionar, pero sinceramente no me importó. Ahora estoy en Irún, autobús a París, avión via Londres y al South, no me encontrarán. No, querido lector, no pasaré a la historia, ni como héroe, ni como villano, pero los españoles sabrán que no importarán colores que los gobierne y al menos mi conciencia estará tranquila. Por cierto, mi estilo literario era bastante mediocre desde el prisma de este milenio, yo me creía que era bueno, pobre infeliz. Les muestro sin señal, sin pelo ni nombres de personajes implicados un pequeños fragmento de aquella, "mi bomba infortmativa", se entiende mal, mis disculpas por ello. Gracias.

"A las masas lo que le gusta son las chuches y chuches van a tener, ya decía "doy al pueblo lo que el pueblo me pide" el gran Lope de Vega, y como no, el producto dulce, manufacturado, chismorreo simple e infame despojado de todo fondo y dotado de la más atractiva forma constituye en alarde, la horda de eso que "it really matters", la venta masiva, es el "flawless engine" que llaman consumo y hace que seis millones de monos sin pelo vivan ¿en armonía?, pero ahora toca España, España de nuevo como lección, como forma de vida y del color que tú quieras... [...] y no, no vale el grande y libre, pero tampoco las pasionariadas de que aplastará media a la otra, olvidad, perdonad y sobre todo no dejéis que os roben la cartera [...], porque la España decadente que le dolía a Unamuno, no deja de ser la misma, per omnia saecula saeculorum" Madrid, 1979

miércoles, 22 de agosto de 2012

Lágrimas dulces

Levantas la sábana que hace de puerta y ahí lo ves, el fregadero está cubierto de moho y es extraño porque al abrir el grifo apenas salen unas gotas, A estas horas cortan el agua ¿no es así Fátima?, la pintura de la pared desconchada deja ver que en algún tiempo pasado estaba pintada de azul y la arenilla que cae del hueco para guardar el dinero se mezcla con el polvo del suelo, Apenas nada, me lo dan por las ropitas que arreglo, sí, mi mamá me enseño a coser de bien pequeñita. Un colchón mugriento hace las veces de cama, sofá y cuna, seis meses tiene, Está guapísima, ¿a que sí?, ¿Y tú?, sí también soy guapa ¿no?, Por supuesto. Veintitrés, llevo viviendo aquí toda la vida, no, no sé nada del padre, supongo que tampoco podría haber hecho mucho por ayudarnos, ya sabes como están las cosas por acá.  Es un lugar francamente pequeño, ahora hace calor, pero no me puedo imaginar lo mal que se debe pasar en invierno, al menos no habrá cucarachas, ¿Sabes qué? que mi padre decía, cuando aún andaba bien de la cabeza, que algún día los hombres las comerían, que habría granjas de ellas, luego el pobre se murió y no vio más futuro que el que imaginó en sus últimos días, pero escribía, escribía todo lo que pensaba y yo lo guardo con aprecio. ¿Vivía bien?, El hombre pasó lo suyo, sobrevivió a la guerra y le mataron a muchos, como todos supongo, pero vivía en mejores condiciones que en estas.
 ¿Has comido hoy Fátima?, Sí, unas gachitas a la mañana, ¿la carne? ¡uy!, yo tomé cuando aquí el vecino mato un chanchito, que rico, ¿y en Europa, todos lo días?, Si se quiere, el que la puede comprar, sí.
Y esa señora ¿que vende?, Ella vende yogures, pero... No llores niña, no, yo te compró un yogur, vale y hoy paseamos, ya está, te mandaré ropa y comida cada mes, y ella tendrá mejores oportunidades, mira como ríe, si tan siquiera tuviese un capazo.

viernes, 17 de agosto de 2012

No quiero mi cara en camisetas

A duras penas podía caminar, me sentía fatal, la humedad calaba mis huesos y la ropa se pegaba a mi haciendo que las quemaduras de los hombros me doliesen cada vez más. El calor y los putos mosquitos no contribuían mucho a mejorar la situación, putos mosquitos ¿por qué nadie habrá pensado alguna vez en exterminarlos?. Respirar era el trago más asqueroso de todos, podía posponerlo dos segundos ahora, tres luego, pero no más, no me podía permitir morir. Pensaba en enfermedades que había estudiado, vistas en algún viaje quizá y divagaba a cada paso, blandito, mullida vegetación, como la mouse de chocolate de mi infancia y pensaba que si se me encharcaban los pulmones o me rompía la pierna estaría perdido. A veces cuando alguien te está mirando, lo sabes, nunca he sabido el cómo ni el porqué, pero lo sabes, me di la vuelta y solté una ráfaga larga, sin mirar, sin tragar saliva y esnifando en olor a polvora y casquillo en en aquel infierno mojado. Ya está, ya está, sigo caminando y siento que corre por mi cara, y resbala pegajoso en mi barba, será una lágrima, sudor o ambos, pero yo no sé. Aún nos quedaba mucho para tomar la Sierra Maestra y yo extrañaba mi dulce de leche y no, aunque más tarde lo harían esos puros que paladeaba con Camilo y con Fidel no endulzaban mi paladar igual, será la madurez...

miércoles, 4 de julio de 2012

Mc Donald´s

 -Suena el despertador y me levanto agotado, -¡Ahhhh!, joder algún día habrá que bajar esta barriga.

-Me dirijo hacia el baño y tomo una ducha rápida, pongo la ropa de trabajo y listo.

-Subo en el coche, me parece siempre muy cómodo enterarme de la actualidad gracias a la radio. - Fantástico en partido de fútbol de anoche, que goleada. Parece que el conflicto en Oriente próximo continúa.

-¡Por fin llego al curro!. Busco sitio para aparcar después de saludar a Pepe el conserje que está en
          la garita junto a la barrera, se mete conmigo, sí "su equipo" ganó al mío anoche, que jocoso.

-¡Gracias Sara!
         - 5,40€
         - Gracias.
        - Bien, ya tengo mi café extra-size y mi donut, me dirijo a mi cubículo y saludo sin ánimo al
         personal que voy encontrando, -¡Uff! me espera un duro día de trabajo. Enciendo el ordenador,
         abro el programa de la empresa y...- ¡Dios mío! que cantidad de gráficos, las ventas van viento en
         popa. A hacer informes sea dicho.

 -¿Cómo vas? ¡Mangánte, que eres un mangánte!
          - Joder, como se paso con nosotros el árbitro anoche ¿no?
          -Chorradas, sois unos quejicas, este año os conformáis con la liga sólo, no vais a ganar la copa
          - Bueno, eso está por ver, aún quedan unas jornadas.

-Manu y yo terminamos el cigarro y el café. Vuelta al tajo.

-Pedro está a punto de pedir la comida, -¡Sí! lo de siempre para mí. Big Mac y patatas, tomaré
          yogur de postre, no me apetece helado, con el frío que hace.

-Terminamos de devorar las hamburguesas, algunas migas encima de los informes recién
           imprimidos. Siempre he dudado si se dice imprimido o impreso, pero no importa yo no tengo
           por qué saber eso. Es como las clases de filosofía, para que coño me hace falta Platón en mi
           curro.

-Acabo de hablar con el jefe, dice de cambiarme de departamento, pero no quiero, estoy a gusto
          aquí, además ya conozco a todo el mundo.

-¡Por fin! Ueeee ya salgo de esta mierda un día más, lo que cuesta ganar la pasta colega, pero oye
           cómo mola este sistema, mira que de luces en la ciudad, lo que me jode de esta hora es el atasco
           pero que asco, asco, ump txiki ump (está claro el rap no es para mí).

-Cajero automático, maravilloso invento, saco dinero y venga. Mierda de multa por estar mal
          aparcado.

-Entro a la gran superficie, que bonito el centro comercial, es grande, muy grande, la gran
          industria de el consumo. Musiquita de fondo, me siento bien. Televisores gigantes en un
          escaparate, algún día me compraré ese, sí, de muchas pulgadas.

-Uy pues sí, huele muy bien, esta bien póngame también el aftershave, ¿20€ más?
            ¿por 50ml, normal, es de Lacoste, yo es que sólo uso calidad.

-Mi estómago ruge y me pide...-¡Ah! Taco-bell, ¡que rico!

-Termino de hacer la compra, madre mía lo que he gastado, ¿realmente necesitaré todo esto?
           sí, claro que sí, necesito esto y más, yo quiero ser como Beckham y él seguro que tiene todo
           esto.

-¡Hola cariño ya estoy en casa!
          - Hola, ¿ Cómo estás?
          - Cansadísimo, ha sido un día duro en la oficina.
          - He preparado la cena, veo que has hecho la compa, ah, justo la salsa que necesitaba, sabor
            industrial 100%
-Paula y to terminamos de cenar y recogemos, usamos el lavavajillas claro, y nos sentamos a ver
          la tele. Me gustan los reality shows, me parece muy entretenido ver la vida de otra gente.
          También nos gustan esos programas donde salen casas de lujo. Algún día nos mudaremos a una
          así. - ¿A que sí cariño?

-Te estás poniendo rellenito ¡eh!
          - No sé porque, tampoco como tanto.
          - El médico dijo que deberías hacer deporte
          - No tengo tiempo Paulita y lo sabes, anda deja la plancha y ven.

-No sé que me pasa
          - Tranquilo será el stress.
           Últimamente mi pene responde poco la verdad, que se le va a hacer, ya lo haremos el fin de
           semana.
-A ver que hay en la nevera, va un sandwich a estas hora es lo que más apetece, -uy este bizcocho
          relleno de crema se va a perder.

-¡Que horas son ya! esto de tener tele en el dormitorio también es una gozada. Buenas noches
          cariño.


Así viven algunos, pero no, vosotros no. Ninguno de nosotros se asemeja ni por asomo al nuevo obrero capitalista. A ninguno de vosotros le afecta la publicidad, para nada, todos somos cultos y sanos, independientes al máximo. Libertad, eso es lo que ansiaban en el XIX, libertad tenéis pues en el XXI. Libertad para decir cuanto quieras, mas, ¿quién te tendrá en cuenta?
Podéis elegir lo que queráis, comer lo que queráis y fumar cuanto os de la gana.

¡A VOSOTROS NO! A VOSOTROS NO OS CEBARÁN CON GRASAS SATURADAS Y PROZAC, ¡VOSOTROS SERÉIS FELICES Y LIBRES!.





domingo, 17 de junio de 2012

Vagarás incansable para descubrir tu propio reflejo

"Mi alma  de neopagano y de artista, mi temperameto de rebelde y de individualista, mi horror a las multitudes no podría infundir admiración a esa gran masa humana que no tiene otro mérito que el de haber sido arrebatada de las manos de sus amos de ayer por los que hoy la poseen para libertarla a su pesar"  Biófilo Panclasta.


Reclamo, para el miedoso al mundo de hoy, para el que piensa que el que está más arriba en la supuesta escala social tiene el derecho de pisarle, la figura de Vicente Rojas Lizcano.


Pobre de aquel que anteponga su individualidad a un ideal o un dios o a la autoridad de otro ser humano, todos ellos igual de complicados o de simples. Y es que antes de ponerse de acuerdo con los demás, antes de la concordia con el resto de humanos, has de estar en paz contigo, has de simplemente quererte.